Un clavo saca a otro clavo.
Un genio. Un genio el que pensó esa frase.
¿Alguna vez intentaron sacar un clavo con otro clavo? En serio… Bueno, es una pelotudez supina. Al cabo, terminás con dos -o más clavos- firmes y la madera hecha moco. Y ni hablemos de sacar un clavo de una pared o de otra superficie menos “gentil” que la madera…
NO funciona. Un clavo no saca a otro clavo. Otro clavo acompaña a los clavos anteriores. Y vamos sumando clavos. Y el problema se agranda.
Entonces, lo de que “un clavo saca a otro clavo” es una pavada tanto en sentido estricto como figurado.
No insistas. Yo quería una tenaza.
:-S
Es cierto.. viene mejor una tenaza.. pero una FLOR de tenaza!!!
Es que en el fondo, quien clavando un clavo quieren sacar otro, solo busca ser clavada. Ponele
Exacto!!!!
somos personas no clavos.
Impecable observación. Hoy justo estaba pensando en eso. Y no sólo que no saca el otro clavo, sino que hace más grande el agujero.
Pastina después. Y a clavar en otro lado.
amén total
Fuego. No hay nada que no arregle.
un martillo de esos con la parte curvada y un tajo saca un clavo (solo con destreza!) jajaja
Parece que ninguno de vosotros habéis clavado un clavo en la vida.
Yo si y confirmo lo cierto de la frase. Me explico.
Esta frase proviene de las prácticas de los antiguos artesanos ebanistas, ya en extinción, los que manipulaban maderas nobles y delicadas (como la del ébano, de ahí su nombre) construyendo joyas mobiliarias. Si alguna vez intentáis recuperar un viejo mueble o un tablón de madera noble… como puede ser la de un antiguo durmiente de vía férrea, en el proceso, a veces, aparecen viejos y oxidados clavos sin cabeza o puntas, que no pueden extraerse de otro modo, sin correr riesgo de deteriorar la superficie, más que continuar clavándolos hasta que atraviesan el tablón por el lado contrario. Después se tapa el agujero restante, con masilla de la misma madera y listo, como si nunca hubiera existido el férreo elemento. Este proceso generalmente se efectúa con otro clavo nuevo de similares características con el que se empuja al viejo clavo, sin dañar la madera. UN CLAVO SACA A OTRO CLAVO.
Con las desgracias que se clavan en nuestro tejido emotivo, también puede emplearse la misma técnica, aunque es más dificil encontrar elementos de presión con característas similares a las incrustadas que consigan efectuar la extracción limpiamente.
si clavas la suficiente cantidad de clavos, se rompe la madera y se “sacan” todos los clavos. la pregunta es: vos queres conservar la madera?
Nunca mejor dicho