– Bueno, me voy pidiendo un taxi porque no doy más…
– ¿Ya te vas? Quedate conmigo –
– No, mejor me voy. Igual la pasé bien… al final nos conocimos.
– Si, sos casi como me imaginaba que eras.
– ¿Casi?
– Si, sos más petisa…
– Yo siempre dije que no era alta. No prestás atención, jajaja
– Y la voz… tenés la voz finita. Pensé que tenías la voz más gruesa, sexy…
– Bueno, te lo debo…
– ¿Y yo? ¿Yo me parezco a lo que te imaginabas?
– Seh… ninguna sorpresa… Llegó el taxi. Chau, entonces.
– ¿Seguro que no te querés quedar?
– SEGURÍSIMA
No le puedo contar a nadie con nombre y apellido y mostrándole las fotitos en…
Yo estaba a tres cuadras de vos. Vos estabas a tres cuadras de mi. Yo…
Hace unos meses se me ocurrió juntar los textos más “literarios” de Esevi en un…
Dentro del cerebro la locura. La pelea entre lo que está bien y lo que…