Habiéndome despachado ya contra las suegras, las mujeres tenemos otro karma cuando enganchamos: las cuñadas.
Un misterio de la psicología: ¿Por qué carajo piensan las hermanas que tienen alguna prioridad en la vida de nuestros novios/ esposos/ parejas/ chongos/ loqueseannuestro.com? Las muy zorras no entienden que, en el mejor de los casos y no como condición, sólo tienen el ADN y los gastos de la sucesión en común con sus hermanos, pero entre ellos otro tipo de obligaciones: NINGUNA.
¿Cuántos berrinchitos a horas inadecuadas debemos aguantar? ¿Cuántos pedidos de plata/ asilo/ compañía/ pasameabuscarasínosacoelauto? ¿Cuántas clases tenemos que oir de “ahh, vos sos así pero nosotros somos distintos en nuestra familia”? Además de sentir “el peso de la sangre” solamente al momento de aliarse con nuestra suegra para cagarnos la vida.
Se distinguen dos casos generales:
La cuñada soltera es un apéndice de nuestra pareja. O mejor es como un tumor que, cuando nos descuidamos, hace metástasis en todos lados. Y nos usa la ropa, las cremas, el alicate para cutículas, los esmaltes, el make-up y los perfumes o se pasa TODO EL FIN DE SEMANA en la casa de nuestro novio/nuestra casa para no volver tan tarde a la suya, además de creerse con derecho a participar de nuestras actividades “extra-pareja” porque nosllevamosbárbaro.
La cuñada casada es como una pequeña suegra, como un segundo turno para cubrir una rompedura de bolas 24×7 y que NUNCA descansemos. La cosa no se arregla si la/s zorra/s en cuestión no vive/n cerca, porque gracias a este puto mundo globalizado, ejercerán la psicopateada por teléfono, Skype, viajara y se nos instalará de sorpresa, whatever.
Cuando Dios creó a las cuñadas -como castigo a Eva por el pecado original y para que nadie más pueda coger en paz-, pensó:
Esto, en la mayoría de los casos, también se aplica a las con-cuñadas.
(Vamos, ya estoy esperando los comentarios diciendo YOCONMICUÑADAMELLEVOBARBAROPORQUEESUNADIVINATOTAL…)
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